EL PRECIO DE LA FAMA
Encontroseme comprando tolueno en el mendigo hiper Libertad, conseguido este, me aprestaba a partir de la bendición del aire acondicionado cuando veo un hombre muy bajito de estatura parado frente a las puertas automaticas cerradas. "se habrá cortado la luz" pensé en voz mental, "no tendrá alma" comentó la parte de mi cerebro ya ocupada por los simpson, no, el laser que genera el automático necesario y cívico acto de abrir la puerta esta calibrado unos centímetros mas arriba de la medida de este señor.
"tendría que saltar como a cabecear un centro" pensé mientras miraba las lindas chicas de fiorani shop.
Debido a la siestera hora no circulaba nadie hasta que una señora mayor por consiguiente lenta generó La apertura de las puertas y propuso al petiso regresar al hermoso mundo de la libertad.
el petiso espero que la señora pasé y encaro la puerta, la puerta se cerraba y el petiso en el intento de salir se le pianta una ojota (que seguramente le quedaba grande) y estira la mano para alcanzarla.
el sistema de puerta continuaba cerrandose e ignorando al sujeto con tanta mala suerte que se le cerro en las orejas apretandolo, corrí hacia la puerta para que se habrá y se abrió con aún mas mala suerte ya que este petiso, fanático de heavy metal tenía aritos con formas de espadas y serpientes enroscadas que se engancharon de las puertas que ahora se abrían.
Le estiraron los pabellones auditivos dejandoselos como un duende, el petiso pego unos gritos que parecieron sensibilizar a las puertas y lo soltaron, rodó por el piso insultando a su propia madre (quizás por haberlo parido tan petaco). luego se levantó y dijo que se iba a ir a hablar con los gerentes del mismo. no lo volví a ver por unos días y lo encontré hace una hora todo golpeado por que según el los empleados de seguridad que son como los boy scout (boludos vestidos de milicos o milicos vestidos de boludos) no lo dejaron llegar a la gerencia y debido a su insistencia le propiciaron un severa tunda. yo creo que los seguridades no sabían donde estaba la gerencia y el petiso los cansó. pero bueh… me dio un poco de pena y mucha gracia. que se haga justicia.
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